Curtis Loftis, Tesoro del Estado junto al Gobernador Henry McMaster de Carolina del Sur. Foto: AP | El Informador

Columbia, S.C.- Un misterio económico está dejando perplejos a los funcionarios de Carolina del Sur. Durante aproximadamente una década, alrededor de $1.800 millones han estado acumulándose en una cuenta bancaria, y nadie parece saber de dónde proviene ese dinero ni a dónde se suponía que debía ir.

La cuenta misteriosa es el problema más reciente con los libros del estado y las dos agencias generalmente dirigidas por funcionarios electos que están a cargo de asegurarse de que las cuentas del gobierno se mantengan equilibradas.

Los Antecedentes del Problema

El año pasado, el contralor general republicano electo Richard Eckstrom renunció después de que su agencia duplicara por error $3.5 mil millones en las cuentas de educación superior. Eckstrom culpó el cambio de sistemas informáticos en la década de 2010.

Los $1,800 millones fueron descubiertos en octubre pasado por el contralor general interino del estado, Brian Gaines. Desde entonces, funcionarios estatales y auditores privados han estado desentrañando las finanzas públicas de Carolina del Sur para tratar de averiguar el origen de los fondos y su destino previsto.

En el centro de la investigación actual se encuentra el tesorero estatal Curtis Loftis, quien según los senadores ha sido poco cooperativo y hasta amenazante.

Senador Larry Grooms en acción ante el Senado de Carolina del Sur. Foto: AP |El Informador

Acusaciones van y vienen

Según un informe del Senado, Loftis casi puso en riesgo todo el sistema financiero estatal al amenazar con publicar datos confidenciales de cuentas en línea, lo que podría haber facilitado ataques cibernéticos.

Loftis, el Tesorero del Estado en medio de la polémica.

«¿Por qué demonios amenazaría las finanzas del estado?», cuestionó Grooms. «O estaba fuera de lugar o estaba enviando un mensaje de que si tratas de destituirme, voy a destruir el sistema financiero del estado».

La oficina de Loftis calificó el informe del Senado como «muy engañoso» y dijo que no lo leería. En una declaración, Curtis Loftis acusó a los senadores de intentar «anular la elección de un funcionario del poder ejecutivo e instalar un títere para controlar los fondos del estado».

Grooms está pidiendo la renuncia de Loftis, un republicano que va por cuatro mandatos. «No sabemos si falta dinero, pero estamos hablando de $1.800 millones. Podríamos estar hablando de $2.500 millones. No sabemos».

Sobre las posibles soluciones

Sin embargo, el gobernador McMaster quiere darle a Loftis la oportunidad de resolver el lío a través de un grupo de trabajo.

El Senado planteó una investigación forense con un costo de $4 Millones sobre la Oficina del Tesorero. El grupo de trabajo del gobernador debe informar antes del 1 de julio sobre el origen y destino previstos de los $1.800 millones.

Hasta que se resuelva el misterio, Carolina del Sur no puede gastar ese dinero, ya que podría pertenecer al gobierno federal o a una cuenta fiduciaria. Y es posible que el estado incluso tenga que pagar intereses sobre los fondos.

Opinión: Un problema con 1800 millones de razones

Los residentes de Carolina del Sur deberían estar profundamente preocupados por el desbarajuste sin precedentes que rodea a una cuenta bancaria estatal que contiene nada menos que $1.800 millones en fondos cuyo origen y propósito previstos son un completo misterio.

Esta situación es verdaderamente asombrosa. ¿Cómo es posible que una cantidad tan estratosférica de dinero público haya estado acumulándose durante aproximadamente una década sin que nadie supiera de dónde provenía ni a dónde se suponía que debía ir? Es difícil imaginar un ejemplo más descarado de negligencia financiera y falta de responsabilidad.

Buscar al responsable

La mayor responsabilidad recae sobre el tesorero estatal Curtis Loftis, cuya oficina controla directamente la cuenta en cuestión y ostenta el cargo desde el 2010. No solo Loftis ha sido incapaz de proporcionar respuestas, sino que según informes ha obstaculizado activamente las investigaciones, dando respuestas evasivas e irrelevantes a los legisladores. Incluso amenazó con poner en peligro todo el sistema financiero estatal al casi publicar datos confidenciales que podrían facilitar ciberataques.

Este tipo de comportamiento es inaceptable para cualquier funcionario público, y mucho menos para alguien a cargo de salvaguardar los fondos estatales. Loftis debería renunciar de inmediato. Su continuada negativa a cooperar y su aparente ineptitud han dañado gravemente la confianza pública.

Pero el tesorero no es el único responsable de este fiasco. También recae culpa en la Oficina del Contralor General, cuyo líder electo tuvo que renunciar el año pasado después de un error de $3.500 millones relacionado con las cuentas de universidades estatales. Estos dos casos destacan fallas sistémicas preocupantes en la supervisión de las finanzas públicas de Carolina del Sur.

La Comisión del Senado que investiga las anomalías en torno a los $1,800 millones en cuestión. Foto: AP | El Informador

Concluyendo

Tales niveles de incompetencia y falta de rendición de cuentas son verdaderamente chocantes, especialmente cuando involucran una suma tan vasta de dinero de los contribuyentes. Carolina del Sur no puede permitir que esta situación continúe.

Pero más allá de esto, el estado necesita una reforma integral de sus sistemas de supervisión financiera para restaurar la transparencia y la rendición de cuentas. 

Los residentes de Carolina del Sur merecen tener la seguridad de que su dinero está siendo responsablemente administrado y contabilizado. Este fiasco ha erosionado peligrosamente esa confianza. Resolver el misterio y prevenir futuros desastres similares debe ser la máxima prioridad de las autoridades.

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